Mi hijo no está aprendiendo al ritmo adecuado. ¿Qué debo hacer?

Ocurre a menudo. Un alumno no trae a casa una mala nota de examen, sino dos seguidas. Muchos padres ven esto como un motivo de preocupación, y temen que su hijo se haya quedado demasiado atrás para ponerse al día antes de los exámenes. En un esfuerzo desesperado por rescatar las notas de inglés de sus hijos, los padres los inscriben en rigurosas "clases de repaso", con la esperanza de que la mayor intensidad de estudio compense la falta de repaso, concentración, competencia del profesor o cualquier otro factor al que se atribuya el mal rendimiento. Pero en la mayoría de estos casos, el resultado es el opuesto al esperado.
En lugar de terminar el curso y estar preparado para el éxito, el niño sale aún más confundido de lo que estaba al principio. Esto puede ser frustrante como padre, pero no es culpa de los estudiantes. El hecho es que las clases de repaso no están optimizadas para los estudiantes que necesitan atención extra en áreas particulares, pero esto es sólo una parte de lo que lleva a los malos resultados en los exámenes.
En la mayoría de los casos, el rendimiento inadecuado en los exámenes de inglés se debe a que los estudiantes no tienen un conocimiento sólido de los conceptos básicos del inglés. Esto es especialmente cierto en el caso de los estudiantes que sólo han recibido instrucción en la escuela, que normalmente se lleva a cabo en un entorno de grupo en contraposición a la instrucción privada 1 a 1; debido a que los profesores de la escuela trabajan con grupos más grandes, no todos los estudiantes reciben la atención que necesitan para comprender a fondo todos los conceptos. Esto no se debe a que los profesores no se preocupen por sus alumnos, sino a que prácticas como los exámenes estandarizados les obligan a ceñirse a un horario y un plan de estudios predeterminados que se adaptan al nivel de capacidad del alumno medio. En consecuencia, los estudiantes que están tanto por delante como por detrás de lo que se considera "promedio" a menudo no reciben la atención necesaria para alcanzar todo su potencial. Es lamentable, pero este fenómeno se observa en cualquier entorno en el que se utilicen pruebas estandarizadas para medir el rendimiento.
En el caso de que un niño no parezca estar recibiendo suficiente ayuda en la escuela, existen múltiples opciones para garantizar que reciba el apoyo adecuado mientras aprende inglés.
En primer lugar, considere la posibilidad de contratar a un instructor de ESL acreditado para que evalúe las necesidades de su hijo. Los instructores acreditados tienen los conocimientos y la experiencia necesarios para desarrollar un curso de acción que enriquezca el desarrollo de su hijo. Esta opción ofrece la vía más directa para mejorar, pero es comprensible que no todo el mundo quiera contratar a un instructor privado. Si ese es el caso, los padres pueden tomar varias medidas para ayudar a sus hijos en casa.
Aquellos que tengan reservas a la hora de contratar a un profesor particular pueden colaborar con sus hijos para ayudarles a mejorar. Realizar una evaluación para determinar sus puntos fuertes y débiles. Se pueden encontrar fácilmente en Internet, y los colegios suelen realizarlas a petición de los padres si éstos no son capaces de evaluar al niño de forma independiente. Si el alumno se está quedando atrás, es más que probable que haya que mejorar una o varias áreas fundamentales. Teniendo en cuenta los resultados de la prueba de nivel, los padres pueden ayudar al niño a encontrar ejercicios para centrarse en las áreas que suelen ser problemáticas, como los artículos en inglés. Después de que la mejora en un área sea evidente, haga otro examen de nivel para identificar otras áreas que deban mejorarse. Aclarar y repetir.
Tenga en cuenta que no todos los niños aprenden a la misma velocidad y que el fracaso en uno o dos exámenes no es indicativo de incompetencia. Confíe en la capacidad de su hijo y sea paciente mientras practican juntos. Elogie las respuestas correctas y corrija suavemente las que no lo son. Esto reforzará las respuestas correctas, mejorará el recuerdo y la fluidez.
NO castigue a los niños por las respuestas incorrectas bajo ninguna circunstancia. Recuerde que los errores son necesarios en el proceso de aprendizaje. Cuando se reprende a un niño por dar respuestas incorrectas, su confianza para explorar el idioma se ve afectada negativamente. En muchos casos, esto es suficiente para disuadir al niño de aprender inglés por completo. En casos extremos, la disminución de la confianza puede llevar incluso a un menor rendimiento en otras materias que no sean el inglés.
Al corregir, hágalo sin dar respuestas directas. En su lugar, utilice preguntas para guiar al niño hacia la respuesta correcta. Los padres que no dominan el inglés pueden necesitar un esfuerzo adicional para aprender ellos mismos las reglas antes de poder ayudar a sus hijos a mejorar. Pueden consultar los libros de texto del alumno, donde los conceptos suelen explicarse tanto en la lengua de destino como en la materna.
Por último, y lo más importante, la mejor manera de asegurarse de que el inglés de su hijo mejore es asegurarse de que esté interesado en la materia. Para los padres que optan por no contratar a un profesor particular, esto puede significar adaptar los conceptos de inglés para que se ajusten a los temas y asuntos que interesan a sus hijos.
Como ejemplo básico, imagina un alumno que odia la clase de matemáticas, pero que necesita aprender aritmética en inglés. A este alumno también le encantan los dulces. En este caso, los padres podrían considerar la posibilidad de realizar juegos de matemáticas y de contar utilizando caramelos como recompensa para mantener el interés del alumno.
Además, utilice el inglés hablado con su hijo en cada oportunidad que tenga para mejorar la fluidez. Una mayor exposición es siempre mejor. Si no existen oportunidades para hablar en casa, busque versiones en inglés de los programas y personajes favoritos del niño. A menudo, los alumnos pueden sentirse motivados para aprender de forma independiente cuando ven que hay beneficios en la vida real por ser capaces de hablar dos idiomas.
Al fin y al cabo, no hay dos niños que aprendan a la misma velocidad. Si su hijo no está aprendiendo inglés tan rápido como los demás en la escuela, es posible que necesite atención adicional. Y eso es perfectamente aceptable. Cuando se cubran las lagunas existentes en los conocimientos fundamentales, la mejora será notable. La mejora será rápida si el niño se compromete durante todo el proceso de aprendizaje.